
Guy Debord logra ejemplificar esta sociedad del espectáculo en su filme, por un lado la voz en off habla de la guerra, de las pérdidas, de la manipulación del poder por medio del terror, y las imágenes son de vedettes, de playas, de lugares que normalmente remiten a la tranquilidad. La pelicula nos hace reflexionar sobre esta acumulación de imágenes- ruido, así como de espectáculos los cuales por medio de la distribución constante no permiten al individuo reflexionar y aun menos ser libre.
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