domingo, 21 de febrero de 2010

Comentario sobre The Flâneur, the Badaud, and the making of a Mass Public in France, cira 1860- 1910





En esta lectura se hace la distinción de lo que es un flaneur y un badaud. Grosso modo, el flaneur mantiene su individualidad y logra mezclarse con la gente, aprecia la ciudad por medio de sus sentidos y la vive como una experiencia estética. El otro, el badaud, es parte de la gente, no tiene individualidad, se hace anónimo y forma parte de la masa a la que cada evento maravilla, la cual no tiene intención mas que de vivir la ciudad.
El badaud, aquel curioso, morboso, es el que da vida una ciudad como Paris a finales del siglo XVIII, inicios del XX. Sin embargo al tomar en cuenta las características del badaud parisino, sin problema alguno lo podemos trasladar a la cotidianeidad de la Ciudad de México. Cuando se presenta algún evento fuera de lo común y que esté relacionado con algo violento, como un choque, la gente se para a ver, comienza a hacer sus propias conclusiones, del culpable y de la víctima, así como de lo sucedido.
Así como el badaud parisino, el mexicano en vez de crear una sensibilidad de los eventos, crea una resistencia, la violencia ya no impacta a un nivel en donde logre relacionarse con la “víctima”, lo maravilla a partir de que rompe con lo esperado. Los eventos contingentes hacen que la masa salga de su estupor del día a día, pero sin llevarlo a más que una serie de comentarios instantáneos.


Estos eventos se conjuntan en revistas como Alarma, El Gráfico y otros los cuales hacen un recuento de estos, con imágenes para aquellos que no estuvieron presentes. Esto se hereda de los periódicos gráficos que surgen en París durante la época ya mencionada. Los compendios de imágenes y noticias del estilo, no sensibilizan, al contrario, lo alejan de los lectores.






Shaya, Gregory, The Flâneur, the Badaud, and the making of a Mass Public in France, cira 1860- 1910.

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